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LA HEREDERA DE LA MAFIA

@mariamkrasner 

La directora Catherine Hardwicke  (la misma de Crepúsculo) llega a Netflix con la Heredera de la mafia, una comedia que tiene todos los elementos para brillar pero que se desinfla con el transcurrir de los minutos. Sin embargo, la dupla de las actrices Toni Collette y Monica Bellucci hace que la película se convierta en un rato de diversión sin más ninguna pretensión.

Kristin Balbano (Toni Collette) una sencilla ama de casa al descubrir que su esposo le es infiel acepta la invitación de ir al funeral de su abuelo al que no ve desde que era una niña.

Así que a modo del libro Comer, amar y rezar, decide viajar a Italia y seguir los consejos de su mejor amiga de vengarse de su esposo y sustituir el rezar por tir_ _ (lo que están pensando).

En Italia conoce a Bianca (Monica Bellucci), una consigliere de Don Balbano y en un video que le dejó el abuelo antes de morir, Kristin descubre que la empresa vinícola de los Balbano es una fachada y el deseo de su abuelo es que ella herede el rol de Capo di tutti capi.  

Kristin sin querer se ve obligada a enfrentarse a la familia rival y a todos los miembros de la mafia que desean eliminarla. Así que de una ejemplar ama de casa y empleada responsable de una agencia de publicidad a quien siempre subestima, se convierte en la persona más respetada de toda la mafia teniendo que dejar a un lado el romance y el amor.

Como ven, la heredera de la mafia es totalmente predecible pero el talento de las actrices mantiene a flote la historia. Es una película que, teniendo todos los ingredientes para convertirse en una gran comedia, queda en el aire al querer abarcar muchos temas.  

En esencia busca hacer un guiño a El padrino, a la romántica Bajo el sol de Toscana, a la ya mencionada Comer, rezar, amar y a la recordada Casada con la mafia (del director Jonathan Demme y la actuación de Michelle Pfeiffer).

Y tal vez eso evita que logre encajar en su propio género. Peri si busca pasar un rato de domingo en la tarde sin complicaciones y disfrutar de la dupla Collete – Belucci es la oportunidad.