Finanzas para todos en pasión pais

¿Cuál es la fuerza motora de tus decisiones financieras?

Alice Carolina Ortiz@emofinanzas.

En Finanzas para todos, en esta entrega, nos referiremos a la vertiginosidad con la que estamos viviendo, que sin duda alguna hace que muchas veces ni siquiera estemos conscientes de las decisiones que tomamos, simplemente seguimos hacia adelante, sin pensar mucho. Sin planificar nada. No importa en qué etapa de tu vida te encuentres ae trate de tus  veinte,  los treinta, en los cuarenta o en tus sesenta. Lo cierto es que, para tener cierta tranquilidad financiera, no sólo basta considerar la situación país y la macroeconomía, temas sin duda muy importantes revisar, sino que también debes profundizar sobre tu entorno más cercano, tu trabajo, tus perspectivas, tus posibilidades cercanas y tu propia realidad. La tuya, que puede ser muy distinta a la del resto.

La tranquilidad financiera se logra cuando revisando las circunstancias y objetivos, te trazas tu propio camino y te haces responsable de la propia toma de decisiones. Tu mismo eres tu propulsor de la generación de ingresos.

Recordemos que en @emofinanzas siempre manifestamos que la libertad financiera no solo tiene que ver con dinero, sino también con la coherencia con la que decides vivir tú y tu familia, con el estado de ánimo y compromiso, que se genera en la toma de tus propias decisiones.  

La fuerza motora a este tema económico lo aportas tú, recuerda siempre que la educación y concretamente la financiera, puede costar un poco de esfuerzo, pero la ignorancia también. Aquí no estamos hablando de músculos hablamos de conocimientos en el área, por supuesto. 

Esa coherencia en tu vida, la forma que te plantees tus objetivos, seguramente implica ahorro e inversión y un cuidado absoluto (sin caer en mezquindades contigo y con los demás) de tus egresos. Si actúas de esta manera probablemente lograrás los objetivos mayores que te propongas. 

La fuerza motora que le imprimes a tus decisiones seguramente te dará frutos y resultados beneficiosos.  

Veamos algunos ejemplos concretos de poner empeño y fuerza a tus objetivos:

1.- Te ocupas de aumentar lo que te han dejado tus padres o lo que has obtenido por mérito propio.

En nuestro escritorio tuvimos un caso de una persona que acudió a nosotros hace 17 años, al fallecer su padre. Le indicamos todo el procedimiento para la declaración de una herencia. Lo postergó. No hizo absolutamente nada. Diez años después falleció la madre. Volvió a acurdir, practicamente era la misma respuesta, agregando los detalle de la liquidación sucesoral de la madre. Ambos dejaron varios bienes, estos hijos nunca se pusieron de acuerdo. Recientemente, volvieron a pedir cita.  Ahora están en una situación en la cual no cuentan con recursos para los trámites legales, porque lo que tienen son bienes inmuebles y lo que ha acontecido con los bienes es que además de estar absolutamente deteriorados por falta de mantenimiento, están siendo objeto de discusión sin ningún avance, con el agravante de la devaluación. A estos hermanos, al parecer les falta considerar las mejores vías y decisiones para potenciar esos recursos o bien liquidarlos y dividir. Al no tomar consciencia y caer en diatribas no avanzan, nadie disfruta, siguen envejeciendo. Su inacción puede llevarlos a caminos devastadores y al fracaso. 

Igual pasa con tus propios recursos. Esa fuerza motora, te llevará a identificar vías para que estos se reproduzcan. Caso contrario, si no tomas decisiones, al pasar el tiempo el costo puede ser mucho más elevado. 

2.- Decides dejar de preocuparte por el tema y no identificas tus objetivos financieros ni elaboras un plan. 

Con frecuencia, personas que hace algunos años, conversamos sobre cómo gestionar correctamente sus ingresos, sus ahorros y sus inversiones, argumentaba que el país no podía ponerse peor, que se arreglaría y no tendríamos que preocuparnos por absolutamente nada. Esa posición absolutamente optimista o cómoda, los llevó a la pasividad. 

Los resultados se ven en el tiempo. Sin fondos de emergencia, sin inversiones y muchos menos  con ahorros para estos momentos más criticos. 

Nuestra recomendación, revisa tus finanzas, revisa tus ingresos y tus egresos. La forma de reproducir lo que tienes. Con qué cuentas. 

Siempre en la vida hay imponderables, estafas, giros inesperados, situaciones que jamás imaginaste, pero al tomar el volante y dirección a tus decisiones seguramente tendrás mayores satisfacciones que te conduciran al éxito.